Mis conversaciones con Dios 1

Prologo:
No seré yo, quien presuma de haber inventado la oración. No me atribuiré pues, el juzgar cuando una oración es pura formula repetitiva, ni cuando tiene sus orígenes en el corazón humano. Pero si diré algo que tengo claro, no me gusta la rutina, ni lo rutinario.
La relación con Dios la entiendo como algo vivo y personal. El termino personal lo empleo en el sentido de lo que está aconteciendo en el mundo interior de la persona.
Mientras que Dios es El Yo Soy eterno, la persona humana está sometida a multitud de vaivenes provocados por fuerzas exteriores y por autenticas tormentas interiores las más de las veces.
Así pues, entendiendo que mientras Dios es, la persona se hace así misma, como va configurándose el yo, sometido a diversas circunstancias, eso hace que la criatura se relaciona con Dios desde la realidad cambiante de su psicología, de sus sentimientos, de sus anhelos, de sus angustias, de sus euforias, necesidades y desde el agradecimiento o el reproche.
Aun que dicen los expertos que Orar es hablar con Dios. Sin embargo y en la práctica, ese hablar se produce siempre a instancia de una de las dos partes, si bien es cierto que cuando el Espíritu Santo Mora en la persona también este eleva oraciones al trono santo.
Los motivos para hablar el hombre con Dios, pueden ser múltiples y variados. Los de Dios suelen ser transmitir sabiduría para que la criatura sea feliz y se salve.
Continuará